365 días, 365 nuevas oportunidades…
Despedir un año viejo es casi casi una obligación. Las expectativas son altas, las ganas de cambiar la mano es grande y el deseo de un año mejor siempre está presente. Hoy, una amiga y colega, colega y amiga, dijo: “No les deseo que sean felices, porque ésa orden me tiene podrida. Que #2013 seamos relajados para surfear la ola y frescos para reír a carcajadas.” ¡Qué bueno!… el deseo de disfrutar de 365 oportunidades para surfear una ola y reír a carcajadas.
Para mi este 2012 no fue un año feliz, la verdad que hace meses que deseo que termine. La partida de mi tía Lidia y luego de mi tía abuela, Nélida, me arruinaron el año. Aunque hubieron muchas cosas que lo hicieron único e increíble. Algunos proyectos fuertes no se me dieron, estaba convencida que sí se darían. Pero no, el plan de Dios fue otro y mi suerte sigue en sus manos, aunque ya me hubiera gustado poder concretarlos. El aprendizaje fue duro, pero no dudo que fue un año donde puedo sacar muchas cosas positivas y de las cuales saco cosas que me van a servir para toda la vida.
Me encontré con personas increíbles. Por allá en Mayo, en un lugar donde jamás hubiera pensado, me crucé con una cantante mejicana que admiré desde el primer instante que la conocí. Su lucha es por la recuperación de las víctimas de trata de personas. Su entrega, su corazón y su tenacidad me impactaron. Sin duda haberla conocido es una de las joyas más hermosas de este 2012.
Por supuesto mi sobrina se lleva todos los premios. Es compañera, pícara, chistosa, inventiva, creativa, alegre, fresca, pura… es la sonrisa puesta para cada trago amargo. Ella me hizo reír tanto y a veces llorar de alegría. Es mi orgullo, junto a mi ahijado, Alen, y mi sobrino del corazón, Jere. Hablando de Jere… hay otro Jere que viene en camino, ese será un regalo del 2013 y va a ser mi “sobrino nieto” jajajaja… es que mi sobrina del corazón, Magalí será mamá en marzo. Wow! Me estoy poniendo vieja!
Bueno, la verdad que el 2012 ha sido un año de muchos cambios, muchas decisiones, pero por sobretodas las cosas muchas bendiciones, porque cada vez que ví que todo se me deshacía en las manos encontraba las manos del Maestro sosteniéndome. Yo creo en Jesús, y creo que él me cuidó y me cuida siempre. Por eso, estoy segura que en el 2013 lo hará otra vez.
¡Feliz 2013!