Mi vieja mejor amiga

Así me presentaron hace una semana: “ella es mi vieja mejor amiga”. Confieso que me dio cierta nostalgia escucharlo. Me chocó. Pero decía una vieja verdad. No somos las mismas personas. Los años y las circunstancias no llevaron por diferentes caminos. No nos peleamos. No nos separamos. Solo tomamos rumbos distintos. Cuando escuché esa frase se me vinieron un montón de imágenes a la mente. Todas muy frescas, todas muy recientes… aunque datan de más de 10 años.

Nos reunía la calamidad, el dolor, la tristeza, la separación con el papá de mi amiga. Quien supo ser un poco mi viejo, aunque yo siempre lo tomaba para el churrete. De pronto recordaba las charlas con aquel loco lindo, que alguna vez quise que fuera mi suegro y otras él mismo soñó con serlo. … Ya no está y yo estoy parada junto a su ataud, mirando a una de sus hijas decir “te presento a Lizzie, ella es mi vieja mejor amiga”. “¡Qué loco!” – pensé – por un momento el tiempo no había pasado. Estábamos todos, o algunos, los que teníamos que estar. Hoy cumplo 38 años, y aquella frase me transportó 23 años atrás. “Toda una vida” – pensé.

Todo esto me hizo pensar en un escrito de Paulo Coelho, se los transcribí hace unos meses atrás (ver 13 de mayo de 2008). No pude no pensar en los circulos que se cierran, en las cosas que hay que dejar en el camino. El no volver a ningun lado, porque nada es igual, ni parecido, ni diferente. Todo ha sido y ya no será más. «Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando…» – dice Coelho.

Hoy cumplo 38 años y tengo más viejas mejores amigas, que una amiga a quien decirle “sos mi mejor amiga”. Siempre creí que llegaría a la vejez en compañía de una sola de ellas. Pero aún siendo joven me doy cuenta que la vida está llena de “viejas mejores amigas” ¡y lo disfruté!