El día que estuve en la comisaría

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Hace dos días le robaron “de caño” (con armas de fuego) el auto a mi papá. Mi viejo está pronto a cumplir 70 años y ¡gracias a Dios, se lo vamos a festejar! Fuimos las víctimas y nosotros tuvimos que estar en la comisaría. – ¿Los ladrones? – ¡Bien, gracias!…
Mi viejo estaba estacionado en una esquina, hablando con un amigo arriba del auto. Cuando de pronto aparecen dos hombres de unos 25 años (la declaración policial dice 30 años, aunque mi papá especificó 25 años). De entre sus ropas extraen sendas armas. Según el amigo de mi papá eran dos pistolas 9 mm (de las reglamentarias que usa la policía en mi país). Le piden a mi viejo que se baje. Él con calma se baja. Le piden las llaves del auto, les contesta que estaban puestas. Le piden el dispositivo de presencia de la alarma (el que hace “supuestamente” que a cierta cantidad de metros el auto se detenga porque corta la electricidad interna. De más está decir que no funcionó) mi viejo hace una seña como que no lo tenía. Le dicen al amigo de mi papá que no se baje del vehículo hasta que éste se encuentre en marcha. Arranca el auto, hacen bajar a otro ocupante. Y salen dándose a la fuga.

Mi viejo y su amigo ingresan al domicilio de este hombre. Llaman al 911 y a los 30 segundos el auto tenía pedido de captura policial en toda la provincia, e incluso en todo el territorio nacional. Mi padre nos comunica lo sucedido. Mientras él y el amigo recorrieron algunas cuadras alrededor esperando encontrar el auto sin electricidad, mi mamá y yo comenzamos con los trámites de bloquear las tarjetas de crédito, hacer la denuncia en el seguro del auto, etc. Luego mi papá, mi hermano y yo fuimos a la Comisaría Primera de Lomas de Zamora a hacer la denuncia correspondiente. Salimos de allí esperando que el vehículo no apareciera, porque normalmente los desmantelan y el seguro no repone todo lo que el auto tenía.

Como a las 5 horas después del hurto, nos avisan que el auto apareció a unos 4 kms del lugar del hecho. Dicen que lo encontraron abierto. Estaba perfectamente estacionado. Sin las llaves de contacto, pero sí estaba (no supieron especificar donde) el llavero con la llave de cierre electrónico. Acudimos a la comisaría 3era de Temperley, jurisdicción donde fue hallado el vehículo. Allí nos dieron el paradero del auto y nos preguntaron si teníamos llaves de contacto del mismo. Ya esta pregunta sonó rara. Nos dijeron que fuesemos a buscar el auto lo trajeramos rodándolo. Al llegar los dos policías que se encontraban custodiando el vehículo no nos permitió tocar el auto, porque debía actuar la policía científica para la toma de huellas dactilares. Llamamos una grua, nosotros. Hicimos el traslado del auto a la comisaría y allí fuimos viendo como seguía el trámite. Nos pidieron las llaves de contacto. Les pedimos un inventario del vehículo. Nos lo negaron y comenzamos a discutir sobre que no dejaríamos llaves, y que el vehículo quedaría cerrado con la alarma activada. La persona supuestamente a cargo era un Cabo que no quiso indentificarse y que frente a mi pedido del inventario me respondió: “quédese usted a custodiarlo” se pegó media vuelta y se retiró del lugar donde estábamos dialogando. En ese momento, mi hermano y yo salimos a buscar una cámara de fotos para fotografíar el vehículo.

De camino, pensamos en hablarle a un Comisario de la Policía Federal, conocido de mi hermano. Hablamos con este señor, quien nos atendió muy amablemente a la 1:45 de la madrugada y nos dio instrucciones de qué hacer. Buscamos la cámara de fotos, tomamos varias exposiciones y nos fuimos sin decir nada, sin dejar las llaves. A las pocas horas, mi padre y yo, nos presentamos en la comisaría para presenciar la inspección del vehículo por policía científica. Fue como a las 7:30 am. Pasaron como mil horas y no recibíamos ninguna respuesta. El Comisario de la Federal hizo algunas llamadas, movió el expediente por la Departamental, pero la realidad era que no habían noticias. En un momento, se me ocurre llamar a un amigo, le cuento el asunto y le digo: “Necesito un abogado penal que me ayude a sacar el auto de acá porque esto depende de algún tribunal”. El loco busca entre sus contactos y me recuerda a un hermano en la fe, Comisario de la Policía Científica Argentina. Lo llamo, nos conocemos debido a eventos como el Festival con Luis Palau en Buenos Aires, le cuento la situación y procede a investigar qué sudecía. Yo no tuve noticias. Como a la hora llega un equipo de la Policía Científica. El oficial a cargo habla varias veces con el Comisario del lugar donde estábamos. Nos piden que le abramos el auto. Mi papá lo abre. Le pregunta si falta algo del vehículo. En apariencia no falta nada (ni el stereo, ni los parlantes, ni la rueda de auxilio). No toma las huellas dactilares. Le dice a mi padre que avise adentro que ya está, se retira comentando que su turno terminaba a las 2 pm. Que lo llamaron de urgencia para revisar el vehículo que estaba en una lista de espera hasta el martes de la semana que viene. Por lo cual, si eso hubiese sucedido, el martes ni el chasis encontrábamos.

Entré a la comisaría, pregunté qué más faltaba hacer y me dijeron que sólo la liberación del vehículo que debía estar firmada por el Teniente Primero Acosta, quien, lógicamente, no se encontraba en la dependencia. Así que a esperar otra vez, fueron como dos horas más. No dabamos más. Ni mi padre ni yo mencionábamos el asunto del cansancio y el estrés que sentíamos. Fue demoledor, como si nos hubiese pasado un camión con acomplado por ensima. Llega el Tte. Acosta. Le pregunta a las otras personas porqué asunto estaban en la dependencia y por último nos pregunta a nosotros. Cuando le menciono el auto, el tipo se para firme y me dice: “espereme que voy a organizar mis papeles y ya la atiendo”. En eso suena mi celular, era el Comisario de la Federal. Le cuento como estaba el trámite y me dice: “Ojo que estos tipos quienen planta y no hay que darle el gusto. Ahora que ya pasó la inspección de Policía Científica, ellos no tienen porqué demorarte el vehículo. Pediles que te digan en qué Juzgado está radicado el caso que vas a mandar a un abogado.”. Dispuesta a hacerlo así, me llama el Tte. Acosta. Me toma los datos, redacta (bueno, pone los datos del vehículo en una planilla), me da la planilla para que la revise y la firme. Lo hago, me la entrega y nos retiramos con el vehículo como a las 4:30 pm.

Robaron el auto el miércoles a las 5:15 pm. Lo obtuvimos nuevamente el jueves 4:30 pm. No le falta nada. Sólo la llave de contacto y la documentación que obraba en la billetera de mi viejo y el dinero, por supuesto. Tiene el stereo y los parlantes tal y como fue instalado. Tiene todas las herramientas de trabajo. Tiene la rueda de auxilio. El matafuegos. TODO!! Nada fue extraído. ¿Para qué se lo robaron? ¿Quién fue?… yo tengo mi sospecha. El Comisario de la Federal me lo dijo clarito “quieren la plata”.

¿Qué aprendí?… creo que no estoy todavía en condiciones de saber qué aprendí. Lo único que me viene a la mente es “mayor dependencia de Dios”. Mantener la calma. Mansedumbre pese a que mis derechos fueron ignorados. Pese a que sin cometer delito alguno, ni estar sospechada, se me haya tratado como aun delincuente. Nunca ví tanta yuta (policía) junta y encima “haciendo nada”. Preocupados por unas motos destrozadas que tenían estacionadas en la puerta. Nunca ví tanta gente con armas en las manos y en la cintura con tanta naturalidad e impunidad. Sinceramente, temí que nos pegaran un tiro en cualquier momento. Cada vez que me acercaba para preguntar algo, automáticamente llevaban las manos a las armas. Como si yo fuese una amenaza para ellos. Nunca me respondieron amablemente. No le permitieron a mi papá acceder al baño. Deshumanizados totalmente. Nunca me explicaron nada. Nunca supe que el vehículo podría quedar ahí hasta por casi una semana. Deben creer que me roban el auto todas los días… ¡y claro! Si ellos no hacen su trabajo, están seguros que hay choros (ladrones) hurtando autos en todas las esquinas. ¡Y así estamos!…
Anécdota I:  Uno de los oficiales le preguntó a mi padre quién era. Mi papá le dijo que era jubilado. Luego preguntó quién soy yo. Mi padre dijo: Mi hija, la dueña del auto. Luego el oficial le dijo: «¿A qué se dedica?». -«Es periodista». Se cerró la conversación.

Anécdota II: El Cabo que me atendió la noche del robo ante mi insistencia de hacer un inventario del contenido del auto me dijo: «Quédese usted a custodiar el auto, entonces» y se retiró.

Anécdota III: Mientras le tomaban declaración a mi papá para la denuncia policial de los hechos. El oficial de turno escribió que los autores del robo tenían alrededor de 30 años. Mi padre dijo «unos 25 años, no más que eso».

Anécdota IV: La policía científica no tomó las huellas dactilares del auto. Mencionó que el mismo debía estar casi una semana en la comisaría. Nadie nos había informado sobre la fecha, ¿nos tendrían en la puerta de la comisaría una semana?…

Anécdota V: El oficial a cargo era un Cabo que se manejaba como si fuera el Comisario o Sub-Comisario. Cuando entré con el Teniente Primero, actuaba como una rata escondiendo su cara.

Anécdota VI: Un oficial salió a echarnos del frente de la comisaría porque le tomábamos fotos al auto y según el tipo no se podía. El auto es mío, y ¡yo soy periodista!

8 comentarios de “El día que estuve en la comisaría”

  1. Loca, eso fue en la comisaría cerca del colegio, no? Creo que desde que terminamos 5to no volví a pasar por ahí. Wow! Yo me acuerdo aquella vez que estabámos en 3ero y vos estabas con Enrique en el centro de estudiantes y vino la cana, se los querían llevar a los que traficaban dentro del cole y Enrique saltó… Qué tiempos, che!
    Parece que no cambias en la 3era, eh?… Me alegra que tu viejo esta bien. Cuando me lo contaste ayer no habían tantos datos como acá. Qué loco, che!
    Bueno a ver cuándo nos juntamos… no te pierdas. Ahora que tengo tu telefono te voy a llamar hasta cansarte. Juaaaaaaaaa JUaaaaaaaa Juaaaaaaaaaa

  2. Ya sé que hacen 36 años que no he estado en la Argentina, pero creí que esos dias habían pasados. ¡Ahora pienso que no!

    Doy gracias al Señor que el asunto terminó siendo solamente una inconveniencia, porque pudo haber sido una tragedia.

    Marcos

  3. Si, Marcos, hay cosas que no cambian. Gracias a Dios papi está bien, mami está tranquila confiando en el Señor. No sabemos, no tenemos explicación humana. Sólo lo rodaron hasta donde lo encontraron por lo que dice el cuenta kilómetros. Es algo inexplicable.

    Besos a Rose y para vos!!! Los queremos mucho!

  4. nesecito asesoramiento , te entiendo porque me esta pasando lo mismo , a mi me asaltaron el jueves 11/12/2008 y la verdad es que me estan tratando como si fuera un ladron , me dan vueltas con el tema de las pericias y me tratan en todo momento de sacarme plata .yo nesecito mi camioneta para seguir trabajando y ellos me lo niegan , me hacen llamar por telefono y me mienten y se abusan ya que mi vehiculo esta en la comisaria 5 ª de villa fiorito y yo vivo en villa adelina .
    decime que tengo que hacer o bien con quien puedo hablar ,
    agradezco toda informacion que me puedas brindar al respecto
    Ate Gustavo

  5. Gustavo:

    Lo mejor es buscar un abogado y que él te instruya. En la comisaría tienen que decirte en qué juzgado está radicada la denuncia y el abogado es quien debe accionar. En mi caso el auto iba a permanecer en la comisaría al menos una semana. Un amigo me contó que le hicieron lo mismo pero tardaron 3 meses en entregarle el vehículo, hasta que un boga tuvo cabida. Yo puse uno porque no tengo la baja definitiva del pedido de captura.

    Buena suerte!
    Lizzie

  6. lo que no te roban los chorros , te lo roba la cana . encuentran un auto afanado y te limpian lo poco que les queda . (cubiertas , bateria ,etc, etc , etc) encima que te afanan el auto , lo tratan a uno como delincuente cuando tenes que hacer el tramite para sacarlo de ahi. ADEMAS TE PIDEN PLATA (porque ay que darle al fiscal para que se tome la molestia ) q truchos xd!!!. uno xq sabe que cuanto mas tiempo quede ahi , mas faltantes va a tener y accede . parece que se burlaran de la desgracia de uno . y bueno… que dios los ayude y de nosotros se apiade

  7. Ja! Plata no me sacaron, ni me van sacar. Lo cierto que no se animaron a pedirme dinero. Pero… hoy, 8 de mayo de 2009, aun no tengo la tenenci total y definitiva del vehículo. Hace una semana y media fuimos a hablar con el oficial a cargo sobre el asunto. Prometió que para ayer iba a estar la baja en el juzgado. Hoy irá nuestra abogada a ver si es así y si definitivamente tenemos la tenencia del auto. PAÍS GENEROSO!!!!

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