Hace dos días regresé al país, sin penas, ni glorias. Se me cruzó la bestia. Dos personas me lo mencionaron. Es que se trataba del día 6 del mes 6 de año 6. Este 666 representaba para muchos la aparición del anticristo. No me consta, pero que las brujas están dando vueltas, no me caben dudas. Si no que alguien me expliqué qué pasó el 6.6.6.
Acababa de aterrizar el vuelo 051 de Continental. El viaje fue regular, no dormí en toda la noche, pero estaba feliz. Ni cuenta me di que el avión había empezado a carretear por suelo patrio.
Lo primero que hice fue mandar un mensaje por el celular a algunas personas muy allegadas a mi que ya estaba en suelo argentino. Luego, como estaba en la última fila, con paciencia esperé a que desalojaran la aeronave para poder bajar también. Caminé por la manga, crucé dos o tres
puertas de vidrio, pasé migraciones y ni me detuve en el free shop. Fui directo a buscar mis maletas. Di dos vueltas y ubiqué en cual de los carruseles debían venir. Llego allí y un empleado de la empresa de aviación le informa a otro pasajero que momentáneamente las maletas no serían bajadas del avión porque el gremio de los señaleros y maleteros aeronáuticos se encontraban de asamblea extraordinaria.
– ¡No te puedo creer! ¡Esto es Argentina! ¡Bienvenidos a mi país! – dije con un aire de desdén. La odisea empezaba, me iría de ese lugar varias horas después y sin mis maletas, por supuesto.
Tomé unas fotografías con el fin de enviar una nota a los diarios, pero luego no tuve fuerzas para hacerlo, pero ustedes las pueden ver. Todo un paisaje urbano de mi país.
En medio de las idas y venidas para lograr tener las maletas, me crucé con colegas de un canal de noticias, el más importante en Argentina. Me acerqué y les informé que había salido de Aduanas y que podía contarles acerca de la situación en el lugar. Me entrevistaron y algunos de mis amigos, incluyendo a mi pastor, se enteraron que regresé al país porque me vieron en La Tele.
VISA PARA UN SUEÑO
“Eran la cinco e`la mañana, Un seminarista, un obrero/
Con mil papeles de solvencia, Que no le dan pa` ser sinceros/
Eran la siete e` la mañana, Y uno por uno al matadero/
Pues cada cual tiene su precio, Buscando visa para un sueño”
– Juan Luis Guerra –
Después de tanto pelear mis maletas fueron entregadas en el domicilio, pero 29 horas después de haber arribado al país.
Moraleja: Si vas a Argentina recordá que es el país que siempre está de paro.