Estuve con Letra Viva en Bogotá

 Fue mi primera visita a Bogotá. Pude ver a varios amigos bogotanos y a otros de diversos países. Letra Viva es como una gran familia itinerante, donde quieras que vayas allí habrá alguno de sus miembros.

Llegué a media noche y nadie me fue a recoger al aeropuerto. Estela Mora Tovar (no me voy a olvidar de su segundo apellido) confundió los días y no hizo planes para buscarme. Ahí ni bien me di cuenta que nadie me iría a buscar, pensé en RECILIENCIA, y en Elba Somoza, quien por primera vez me llevó a conocer esa palabra y su significado. Tomé con suma calma mi computadora portátil, rodeada de taxistas que querían acercarme y busqué el número de teléfono de Eduardo Nieto. Mi amigo acudió enseguida al llamado, Emma su esposa, me preparó una cama donde descansar y así comenzó mi aventura.

Al día siguiente visité el evento que CLC (Centro de Literatura Cristiana) Colombia realiza todos los años con libreros nacionales. Allí se encontraban mis compañeros, con quienes pasaría una de las semanas más maravillosas de este 2007. Esa tarde granizó como nunca había visto en la vida. ¡Hubo gente que fue tapada en sus vehículos con más de un metro de granizo y sufrió hipotermina!

A la noche fui a un pub con Estela y Miguelito a escuchar buena música colombiana, y probé unos deliciosos patacones con salsa criolla ¡deliciosos!… Dormí en casa de Estela, conocí a Sara su hija con quien compartimos la afición por la fotografía, sólo que ella estudia formalmente. A la mañana siguiente asistimos al culto de la Iglesia En Su Presencia liderada por Andrés Corson, donde Estela es miembro de la congregación. Y a la noche ya fuimos rumbo a Los Pinares, lugar de retiro donde estaríamos reunidos para capacitarnos como red.

En la consulta me tocó dar un informe acerca del web de Letra Viva y tomar nota de propuestas de los miembros de la red para mejorar el sitio en Internet. También di una charla que debía ser taller, pero que por falta de conexión no pudo ser práctica… ¡RECILIENCIA! Ya lo dije! La charla fue muy buena, traté de ser lo mejor expositiva y clara posible. Creo que algo lo logré porque varias personas se acercaron a decirme que había sido muy bueno, claro y explicativo. Dos de ellos compatriotas, profesionales y exigentes (¡Gracias Silvia y Julio por el apoyo!).

Durante mi estadía en Colombia estuve haciendo una dieta especial para controlar mi peso. Fue así que pese a comer deliciosas comidas bogotanas, bajé 2,600 kgrs. ¡Qué grande Colombia! Comida sana y dieta bastante bien aceptada. ¡RECILIENCIA!

Hice nuevas amistades, Paulina, Karla, Ruth, Sharon, Parmenio (el paisa), Jonathan, Juan Da, Caro Nieto, Sarita y me vi con unas cuantas con quienes compartimos la pasión de Jesucristo y los libros: Ian, Beatriz, Silvia, Elisel, Ruth, Julio, Carlos, Darío, Eduardo, Emma, Kim, Elizabeth, Elsa, Lourdes, Ma. Esther, Patricia, Abel, Orlando, Miguelito, Ismaela, John, Don David, Marthita, Estela… ¡ESTELA! La misma que me dejó en el aeropuerto… me cuidó hasta lo sumo. Habló con las monjitas para ayudarme con mi dieta. ¡GRACIAS AMIGA! Sin tu ayuda no lo hubiera hecho tan bien.

Pasamos momentos divertidos. Eso hace bien a la salud física y emocional de cada uno y del grupo. Basta con ver algunas fotos para darse cuenta que lo pasamos muy pero muy bien.