En Argentina el 20 de Julio es conocido por ser el día del Amigo. Las líneas de telefonía celular colapsan, también lo hacen las líneas alámbricas. Los lugares de encuentro como los restaurantes, las confiterías, los bares y las cafeterías están llenos. No hay lugar disponible si es que no reservaste con antelación. Hay todo un rito de la amistad que hace que saludes a quien hace un año, dos o diez años que no ves pero que consideras amigo. O que lo agasajes con un rico asado o unas pizzas con cerveza helada. No importa lo que vayas a comer, lo que importa es disfrutar el momento de estar juntos.
Hace dos años, para esta fecha, me golpeaba la noticia del suicidio de una amiga de la infancia, o una amiga de esas que vi poco en la vida. Se lo conté a una de mis amigas que vive al otro lado de la ciudad. Fui a su casa y decidimos celebrar el día del amigo juntas por primera vez. Salimos a buscar un lugar donde cenar. Caminamos mucho, había que esperar otro tanto, pero la decisión era encontrar el lugar. La verdad que el lugar que encontramos para estar no era el mejor. Todo lo contrario, estábamos rodeadas de gente que fumaba, si conocieras a mi amiga sabrías que toda su dulzura se transforma en un malestar insistente y protestante (y no porque profese la fe evangélica precisamente). Como era tarde no había buena comida. Lo mejor había sido consumido por festejantes que reservaron lugar con tiempo y tuvieron un turno más temprano que el nuestro. Todo parecía pésimo. Quisimos cambiar de lugar por el humo de los cigarrillos que consumían las chimeneas humanas, no pudimos mejorar el estado del aire. Pero tengo la mejor de las sensaciones para ese día, mi amiga estaba ahí para mí. Para agasajarme a mi y yo a ella. El recuerdo de una risa contagiosa por alguna cosa sin sentido que pudimos decir. Es que cuando se está con amigos no hace falta ser muy estructurado para reírse. Normalmente el producto de nuestras risas son situaciones ridículas que nos recuerdan que somos imperfectos y que frente a mi amigo no hace falta disimularlo. Es mi amigo y me ama como soy. Esto es francamente hermoso, valioso, precioso, honorable, digno, bello, tierno, bendito… ¡Genial!
Yo vivo esa amistad como un milagro del cielo, un milagro de Dios. Porque nuestra amistad ha alcanzado un nivel tan profundo e íntimo que jamás imagine ser merecedora. Me dirijo a esta amiga (como con un par más) como a “mi hermana”. Y milagro porque humanamente somos de polos tan opuestos como que ella vive al norte y yo al sur de la ciudad. Pero con un mismo DIOS, ese que nos llamó amigos.
Cuando pienso en Jesús como el ejemplo primero de “AMIGO” me estremece comprobar que ser amigo es estar dispuesto a dar la vida por ese amigo. Uno no duda cuando debe dar la vida por la de un hijo. Lo piensa un poco cuando es por su esposo o esposa. Lo medita si es por alguno de sus padres o sus hermanos. Pero ¿por un amigo? Creo que tiene mayor valor dar la vida por alguien que como yo es pecadora y no tengo relación de sangre con el Dios de Jesucristo.
Si puedes compartir la misma amistad que yo comparto con Jesús, mi amigo, puedo desearte un ¡muy feliz día!
Lizzie, desde Honduras, feliz «día del amigo». En Honduras celebramos el «día de la amistad» el 14 de febrero, y en Guatemala celebramos el «día del cariño» en la misma fecha.
Comparto contigo una estadística curiosa, de mi experiencia pastoral en Guatemala. Durante 10 años celebramos con la congregación varias fiestas importantes, y hacíamos un esfuerzo evangelístico con ellas. En su orden, las celabraciones a las cuales mayor asitencia teníamos eran: El día del cariño (el domingo más cercano al 14 de febrero), el día de la madre (el domingo más cercano al 10 de mayo) y la celebracion navideña (el domingo anterior al 25 de diciembre). Es emocionante!, el mayor número de conversiones (y de creyentes que permanecieron congregándose) se dio en las celebraciones del día del amor y la amistad!!!
A Jesús le gustaba celebrar, ¡Celebremos brindando con mucho amor!
Gracias Miguel por tu testimonio.
Justo estaba hablando con Andrea, mi compañera de trabajo en MercadoCristiano y le decía que el día del amigo aquí es un lugar sagrado en el calendario argentino. Los lugares de comida están llenos, no hay reservas disponibles de aquí al domingo. Es un tiempo de celebración muy sentido. Por eso, como cristiana celebro que Jesús nos haya llamado «amigos». Me hace pensar en el hijo de una prima, Lorenzo, desde chiquito si le decías «Hola amigo» se emocionaba y acurrucaba a tu lado como demostración de cariño.
Feliz día Miguel, que Dios te bendiga!