En mi carrera como profesional del periodismo pocas veces me pasó, pero me pasó que me censuraran. A veces por propio prurito, otras por imposición del medio al cual pertenecía y otras… otras por imposición familiar.
En este recorrido por cultivar relaciones sanas con la familia extendida, a veces no todo es como se piensa y hay algo de censura. Aunque en este caso fue todo un juego.
Diálogo entre una tía y una sobrina… mientras otros ni se enteran (Brandon, you are the best!).
¡Que nos disfruten!
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Que pelo de bruja! Ahora lo tengo mas lindo. «Color natural»jaja.Viste que ese dia me salio rebueno el chimichurri!!!!!!! Todavia te quiero mucho y te perdono esta vez. 🙂
jaja… no, no. De ninguna manera! Pelo nooooooo, bruja siiiiiii… jajajaja. No, no, no. Mi tía no es una bruja!!! Yo llevo orgullosa su nombre ¿eh?…
¡También yo te quiero mucho! Ese día nos divertimos, como siempre que estamos juntas y sí, el chimichurri salió de 10 como la comida. ¿Ves? No tenes que dudar!!!! jajaja besoooooooo