No quieren saber lo que deberían saber y te inculpan de sus necedades.
No quieren ver y son peor que tuerto loco (medio estúpidos y medio ciegos).
No quieren conocer, porque la ceguera mental los aletarga.
No quieren mirar alrededor por temor a caer en lo que temen.
Y como dice el dicho: «No hay peor ciego que el que no quiere ver…»
Son sólo eso… ¡Necios!
Lizzie Sotola – agosto 2010.