Acabo de llegar a Miami y empiezo a tomar conciencia del problema migratorio en este país. Sentada en la oficina, frente al aparato de TV, escuché hablar de una especie de “gurú” llamada Francis Fox que asegura que “la incertidumbre que viven millones de hispanos influye en su aura”.
Me quedé anonadada mirando el noticiero con esta información. Cuando otra noticia me dejó sin palabras. En San Bernardino, California, ya no les rentarían casas a los hispanos indocumentados, ni le darían trabajo. Por otro lado, una menor tiene que hacer un contrato de trabajo para que no sea deportada y pueda vivir con sus padres en Estados Unidos. La tienen retenida mientras su padre gestiona el documento contractural. Se trata de una niña de no más de 6 o 7 años.
La gurú Fox aseguró que los hispanos “actúan como autómatas, aún las personas que no son ilegales. Todo esto está provocando una inestabilidad muy grande”. La mentalista sostiene que los hispanos “inyectan energía positiva” a la población anglo-americana, aunque la sensación al juzgar por las discriminaciones dicen lo contrario.
“Las marchas de los hispanos estuvieron cargadas de energía positiva. Los hispanos en los EEUU estamos acá para crear energía y valores que Jesús nos dejó como misión. Ayudar a cambiar la vibración de este país.” Afirmó Francis Fox.
“Tenemos que quitarnos el sombrero de victima” remarcó al señalar nuevamente la visión de los hispanos que están “derrotados en sus ánimos”.