No sé qué pensaba mi papá de mi profesión

Me topé con la viñeta de Tute (a esta altura ya te diste cuenta que soy su fan) y me puse a pensar qué dijo mi papá cuando di un volantazo, dejé de aspirar ser médica cardióloga y me incliné hacia el periodismo. No sé qué dijo él porque casi ni me di cuenta yo que hice semejante cambio. Pero además porque mi viejo solía apoyar mis ideas buenas, las otras me las discutía hasta el cansancio. No sé quién de los dos era más testarudo.

Pero algo tengo por seguro, mi papá apoyaba mi locura por el periodismo. Mi bautismo televisivo lo hice un 17 de septiembre en el programa de TV “Imagen de Radio” conducido por el querido Juan Alberto Badía. Iba en vivo hasta pasada la medianoche. Y el viejo allí esperando en el estudio, medio dormido porque se levantaba muy temprano, pero haciéndome el aguante.

En ese año hice también una serie de programas de TV para un ciclo de concurso periodístico en el que tenía que ir a editar al canal y los turnos solían ser de noche. Allí estaba mi papá en el auto haciendo el aguante hasta que yo terminara mi tarea. Era su característica la de acompañar, la de suplir, la de lleva a cabo proyectos. Lo digo pensando también en que mi casa tiene millones de detalles de refacciones, construcciones, inventos hechos por él. Bastaba que yo dijera: “Pa, necesito…” que él ya estaba en mi casa dispuesto a ser útil en lo que yo soy inútil.

Dice la Biblia en Lucas 7:11 NVI “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!”. Pienso en las cosas que me dio mi papá y me siento privilegiada. Entre las cosas que me dio fue una fe que confía en un Dios Padre que nos da cosas mucho mejores aún. Mi esperanza es tan grande cuando miro al Padre Celestial como proveedor de todo en todo, mi corazón se ensancha y mi alma se aquieta. No es un lindo pensamiento. Es una realidad que sobrepasa todo entendimiento.

Además tengo la plena seguridad de que algún día volveré a ver a mi papá, a quien extraño tanto. Quizás le pregunte, si me acuerdo, por qué nunca me dijo nada de mi profesión. Seguramente me va a responder: “porque vos no me preguntaste” jaja…

Te desafío a conocer a Dios como Padre ¡Él tiene cosas mayores para darte!

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